Alimentos transgénicos y Sus Riesgos

 El desarrollo en los últimos años de las técnicas de la biología molecular ha dotado al hombre de herramientas que le permiten acceder y manipular el ADN de los organismos. Así, los transgénicos, llamados también “organismos genéticamente modificados” (OGM’s), son plantas o animales que han sido manipulados en laboratorios. Esta manipulación consiste en agregar genes a la cadena de ADN de dichas plantas y animales, para así cambiar o combinar características entre ellos. 

El tema de los alimentos transgénicos, a nivel mundial, es asiduamente abordado por la comunidad científica, las autoridades gubernamentales, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), la Organización Mundial de la Salud (OMS); el Codex Alimentarius y las organizaciones de consumidores. 
Muchos han sido los foros internacionales realizados en los que se discute sobre este tema, debido a su importancia, su dinamismo, lo controvertido de la situación y por la existencia a nivel mundial de grupos muy bien definidos, los defensores sin cuestionamiento alguno, los detractores a ciegas y aquellos que abordan esta nueva tecnología con un correcto enfoque bioético y científico. 

¿Qué opina la FAO?


La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), en su página web, manifiesta que la biotecnología es un instrumento igual que el fuego, que puede ser utilizado para cocinar los alimentos o, si se hace un mal uso de él, para incendiar la casa. Por ello, considera necesario aclarar tres puntos.
a) La inocuidad de los alimentos. Hasta ahora no se ha observado, en ninguna parte del mundo, efectos nocivos comprobables del consumo de alimentos producidos con cultivos modificados genéticamente. Esto no significa que los nuevos alimentos transgénicos no entrañen riesgos. Pero estos riesgos son en esencia los mismos que representan las plantas y los animales mejorados con los métodos tradicionales. Además, la FAO considera necesario que cada nueva variedad transgénica de cultivo o de animal se someta a prueba individualmente, con métodos científicos rigurosos, a fin de observar sus posibles beneficios y riesgos.
b) La ayuda a los pobres. Es cierto que los principales inversionistas y creadores de cultivos y ganado transgénico son grandes empresas privadas. Sin embargo, nada impide que grupos del sector público, como los gobiernos, las universidades y las instituciones de investigación agraria, utilicen la nueva biotecnología para crear variedades de plantas y animales que puedan beneficiar a los agricultores pobres.
c) La necesidad de la biotecnología. ¿Para poner fin al hambre en el mundo es imprescindible esta tecnología? Tal vez sí, tal vez no. Pero nada justifica abandonarla. La biotecnología puede ayudar a las personas pobres y a las que sufren de hambre en el mundo. 
Comercialización
La comercialización de los alimentos transgénicos para el consumo humano comenzó el 18 de mayo de 1994, cuando la Agencia Alimentaria (Food and Drug Administration) de los Estados Unidos autorizó el comercio del primer tomate "Flavr-Savr" (tomate larga vida), obtenido por la empresa Calgene, con un proceso de maduración retardada que facilitaba su almacenamiento y transporte a grandes distancias.
Actualmente, en el mundo, existen más de 80 productos transgénicos.
La introducción de estos alimentos en el mercado ha desatado una polémica que, sobre todo, enfrenta a consumidores y organizaciones ecologistas con las grandes multinacionales que los distribuyen. El problema es complejo y no se puede abordar de una forma sencilla ni general.  
Posibles beneficios
Los beneficios de los alimentos transgénicos están directamente relacionados con los objetivos de la modificación genética, los mismos se pueden agrupar en tres grandes grupos:
Consumidores. Responden mejor a las necesidades nutricionales y alimentarias, y a las preferencias del mercado, prevén enfermedades, son portadores de vacunas, presentan mejores características sensoriales y mayor disponibilidad de alimentos.
Productores. Son organismos genotípicamente mejor adaptados a factores ambientales adversos, tienen crecimiento y desarrollo acelerado, lo que permite una intensificación de la producción y reducción de los costos; el retardo del proceso de maduración posibilita tener una mayor vida de determinados alimentos; tienen resistencia a los herbicidas, las infecciones microbianas y las plagas por insectos.
Medio ambiente. Permiten el uso más racional de la tierra, el agua y los nutrientes, disminuye el empleo de sustancias quimiotóxicas como fertilizantes o plaguicidas.

Posibles riesgos
No obstante sus beneficios atribuidos, algunas de las críticas que se le formulan a esta ciencia fundan sus argumentos en la potencial incapacidad de predecir lo que pudiera ocurrir al introducir organismos modificados genéticamente en el medio ambiente o en la dieta alimenticia. Así, los posibles riesgos, están relacionados con su repercusión sobre la salud humana, el impacto sobre el medio ambiente y aspectos socioeconómicos. 
• Sanitarios. Se relacionan fundamentalmente con la inocuidad de los alimentos; la presencia de alérgenos; la creación de nuevas toxinas; el desarrollo de resistencia a antibióticos por bacterias patógenas y los posibles efectos negativos para la salud a largo plazo.
• Medio ambientales. Se refieren al impacto sobre el medio ambiente a la amenaza a la biodiversidad; la transferencia génica no intencionada a especies silvestres, la ruptura del equilibrio natural, los transgénicos con rasgos nuevos pueden diferir de sus parientes naturales en sus habilidades para sobrevivir y reproducirse bajo condiciones ambientales variables, pueden interactuar de forma inesperada o no deseable con las comunidades biológicas locales; el uso indiscriminado de herbicidas, el daño a especies de insectos beneficiosos, etc.
• Socioeconómicos. Un riesgo socioeconómico es el desarrollo de la biotecnología en manos de las grandes multinacionales, puesto que el acceso puede limitarse debido a la protección por patentes, los productores de alimentos tradicionales u orgánicos puedan ser desplazados. Además, existe preocupaciones de carácter religioso, cultural y ético.  
Aprendamos los riesgos y todo lo que implica los alimentos transgénicos para poder diferenciar lo que realmente nos convienen de lo que no, y así no hace daño a al medio ambiente y a la naturaleza.